Mayo de 2021 va a ser recordado como un parteaguas en la historia reciente de Colombia. Los efectos de la pandemia, la implementación de políticas gubernamentales y el descontento social generalizado volcaron a las personas a las calles; Cali no fue la excepción. Más en torno a estos procesos de manifestación de largo aliento, una característica en común fue hilando cada uno de los procesos que se vivían en torno a la ciudad: la comunidad. Los puntos de resistencia (tal y como fueron llamados los principales lugares de concentración en la ciudad) fueron renombrados y en torno a ellos, se empezaron a configurar procesos culturales, artísticos y comunicativos. 

La presencia y el diálogo entre la comunidad fue vital para el transcurso de las manifestaciones, pero al mismo tiempo las personas se organizaron en torno a actividades relacionadas con la discusión y la comprensión del concepto comunitario: se organizaron ollas comunitarias, mingas, eventos culturales, mesas de discusión, les artistas se volcaron a pintar las paredes y a expresar su descontentos, y en general, toda una serie de procesos de empoderamiento comunitario en torno a la coyuntura nacional. Más todas estas actividades tenían una característica en común: el uso del espacio público en pro de fines colectivos.

Por su parte, les artistes y diseñadores se volcaron también a las calles, no solamente como manifestantes, sino que muches involucraron las prácticas de creación en las cuales se ven involucrades en su cotidianidad, pero en este caso poniéndolos en función de los propósitos de comunidad. El afiche, la ilustración, el mural, la obra, el monumento aparecen como detonantes y al mismo tiempo como unificadores de los discursos que flotaban en el ambiente. Más el punto central dejó de ser le artiste o diseñadore como creador central y se empezaron a transformar en mediadores de procesos de expresión colectivo, catalizadores de dinámicas políticas de manifestación, gestores de lenguajes estéticos de resistencia. 

Muchas de estas acciones, efímeras, fugaces, nos permiten plantear la temática del presente evento, en el que la necesidad de la reconstrucción y reflexión sobre muchos de esos hechos resulta vital para entablar procesos de diálogo y mejoramiento a nivel sociocultural. En ese sentido, el concepto de memoria colectiva surge como un aspecto fundamental para mirar lo sucedido y reflexionar en torno a la construcción de conceptos relacionados con lo comunitario, lo participativo, lo político y lo social; hechos que enmarcan un momento en la historia particular y que permiten construir ideas, discursos y representaciones con relación a hechos, contextos, personajes y acciones del pasado.

Así, en esta ocasión Cátedra Plural 2021 tiene pensado discutir en torno a la construcción de memoria a partir de procesos colectivos, en pro de generar procesos de reflexión sobre las dinámicas de manifestaciones sociales sucedidas a principios de año. Gracias a ellas, las comunidades empezaron a tener una mayor relevancia en la manera en la que lideran y consolidan procesos sociopolíticos en los territorios que habitan. Más estos procesos, tienden a pasar desapercibidos, por su característica periférica, descentralizada e incluso por no contar con los medios necesarios para difundir, reflexionar e incluso la inhabilidad de continuidad. Así, en esta ocasión el evento se pregunta ¿cómo estos procesos colectivos de incidencia artística, comunicativa y de intervención urbana pueden aportar a la construcción de memoria?

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