Autor: Walter Rojas Bolaños
Ante todo, soy un dibujante que le gusta pintar, ósea que baso mi trabajo en el dibujo y utilizo las diferentes técnicas como el óleo, el acrílico, la acuarela, los pasteles, vinilos, el grabado, para comunicarme con el público. Casi toda mi obra pictórica se establece en una relación espacial dentro de lo erótico. Allí, la mujer está presente a través de símbolos, que se entrelazan. Diversas formas que la unen con lo orgánico y se entrecruzan en un espacio bidimensional muy sutil y estético.
Soy un dibujante que tiende a ser muy recargado o barroco. Hago una composición donde relaciono lo espacial con las formas femeninas y orgánicas para provocar una estética muy diversa y sutil. Impregno la obra de colorido a través de contrastes que hacen que las composiciones floten de alguna manera. No tengo un espacio terrenal propiamente hablando. Es un poco surreal ya que todo se entrelaza, como las relaciones humanas que contienen piel, formas y brazos. En el color me gustan los contrastes muy expresionistas casi llegando al fauvismo, de relación de colores complementarios.
Creo que soy una persona muy sensible a lo que me rodea. En ese entorno, la mujer siempre ha estado presente desde distintos ámbitos: familiar, social y laboral. Esto hace posible que tenga una comunicación con el tema erótico enmarcado en el respeto, en la exaltación, en el goce estético. Un goce que propone formas para que sean vistas, que sean encontradas, que sean criticadas. Trabajo con la libertad de poder narrar con líneas, las formas femeninas. Nacen en mí, las creo con la facilidad del juego, con la delicadeza de la forma y el color.
En esta fase del proceso de profesionalización, he podido consolidar mi trabajo desde los parámetros de investigación-creación. He podido experimentar el erotismo, abordándolo desde la escultura. Realicé dos instalaciones en relieve en cerámica, donde el dibujo ha sido la guía para el trabajo a elaborar. Todo el proceso plástico nace de las formas que puedo dibujar y es este caso se hace forma con la materia del barro. En mí en encuentro con lo sensible, las formas eróticas femeninas van apareciendo sin la necesidad de establecer un boceto inicial. Este homenaje a la mujer también lo pude establecer en lo pictórico. Desarrollé un díptico que me permitió ese encuentro con el dibujo, la forma y el color, para realizar una propuesta de exaltación a la mujer. En él, aparecen símbolos del cuerpo relacionados compositivamente con formas orgánicas, cuya relación se hace muy natural y me permite recrear un mundo particular.
Lo erótico ha causado una distancia desde lo moral por nuestra cultura religiosa que siempre la ha visto pecaminosa. En la historia, el erotismo juega un papel importante entre ese hilo invisible de lo moral, lo estético y lo ético.