Los procesos de creación en artes son motivo de análisis y debates en los contextos académicos en los que se emprenden posturas y lógicas múltiples para su formalización.
Dentro de las diversas posiciones creativas, algunas lograron tener eco a través de la historia como la visión platónica, que asume al artista como un ser inspirado por una fuerza “divina” y revelada en su genialidad creadora. En cambio, la visión aristotélica reconoce el valor de la destreza técnica como una
cualidad fundamental para materializar las ideas. En tanto que la versión romántica considera a la intuición como el motor vital de la creación.
Otras perspectivas han enriquecido el horizonte de los procesos creativos como por ejemplo la sensibilidad, espiritualidad y psicoanálisis, que han trocado en prácticas originales en sintonía con el espíritu de su época.
En esa dirección seleccionamos las producciones creativas de Alba Lucía Jaramillo (2013), Daniel Prado (2014), Daniela Vargas (2015) y Nataly Rengifo (2020) para reflexionar sobre aspectos relevantes en la creación contemporánea.
El conjunto de estas producciones artísticas, desarrollan un corpus discursivo que se nutre de la observación, el trabajo colaborativo y/o participativo, la intertextualidad, métodos etnográficos que se bosquejan desde la singularidad del artista para adquirir un carácter particular como universal.
Los procesos creativos van logrando su maduración a través de la experimentación de materiales en la que median la improvisación y el azar como derroteros inherentes a la creación.
Esta exhibición constituye una oportunidad para observar aspectos que usualmente son considerados al margen de una muestra, pero que definen el carácter y el espíritu de la exposición con el firme propósito de activar procesos significativos durante el relacionamiento, interpretación y comprensión de las obras.
Las ideas artísticas se originan principalmente en el pensamiento por medio de ensayos, correcciones y tanteos, el artista logra materializarlas en formas creativas, las cuales pretendemos valorar en la misma perspectiva que lo hace el filósofo alemán Theodor Adorno cuando señala: “La obra de arte es tanto el resultado del proceso como el proceso mismo en estado de reposo”.
GERMÁN GARCÍA
Curador
Podemos comprender el fenómeno de la interacción de la siguiente forma: interacción simbólica (Blumer, 1969) como el efecto del relacionamiento de los seres humanos con los objetos del “mundo”.
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Blumer, Herbert (1969). Symbolic Interactionism. Perspective and Method. United States of America: Prentice-Hall, Inc.
Podemos comprender la interacción social (Ritzer, 2002) como procesos en el que se desarrolla y se expresa la capacidad de pensamiento humano, mirada que se integra con la perspectiva constructivista Wąsik (2017), al destacar, que los significados y entendimientos individuales afloran a partir de los encuentros sociales.
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Ritzer, George (2002). Teoría sociológica moderna. 5ª. Ed. Madrid: McGraw-Hill.
Wąsik, Zdzislaw (2017). Modos de existencia discursiva del lenguaje y la cultura en la semiótica humana. En: Semióticas. Materialidades, discursividades y culturas. Bogotá: Instituto Caro y Cuervo.
La multimodalidad (Kress y Van Leeuwen, 2001) asume que la representación y la comunicación siempre se basan en una multiplicidad de modos, ya sea visual, hablado, gestual, escrito, tridimensional y otros, dependiendo del dominio de la representación, considerando la interacción como eje central de este proceso.
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Kress, Gunther y Van Leeuwen, Theo. (2001). Multimodal Discourse. The Modes and Media of Contemporary Communication. London: Arnold.
Resaltamos dos componentes relevantes en la propuesta de Daniel Prado: Primero, la performance como una forma expresiva que pone en tensión lo social a través de una acción artística, privilegiando la visualidad y la sensibilidad estética más que el discurso. Segundo, la interacción social porque involucra la participación de los espectadores en un lugar público, generando cuestionamientos y estimulando la construcción del sentido a partir de la performance.
Evidenciamos la multimodalidad en la producción creativa de Alba Lucía Jaramillo como una forma de aproximarse a la representación de su abuela. Los recuerdos, imágenes fotográficas, relatos orales, objetos escultóricos hechos en hielo y un sembrado de arroz son los distintos modos que utiliza para acercar al espectador a una interacción simbólica.
Destacamos la interacción simbólica en el trabajo artístico de Nataly Rengifo porque a través de una atmósfera sugestiva nos hace pensar en la trascendencia de los “objetos familiares” y su relación con nuestra propia existencia.
Acentuamos en el pensamiento creativo de Daniela Vargas la interacción simbólica porque sintetiza la idea del amor a través de un vestido de novia, que simbólicamente está colmado de sentido social y cultural.